Desde la noche de los tiempos



En el antiguo Egipto se desarrolló un sistema de medición del tiempo para los periodos nocturnos, en ese momento en el que el reloj de sol perdía su utilidad al ocultarse éste en el horizonte. Consistía, en su forma más básica, en una vasija o recipiente con varias marcas en sus paredes y un orificio en su base, se llenaba de agua y dependiendo del diámetro del orificio el agua salía con mayor o menor fluidez, conforme iba vaciándose a lo largo de la noche iba dejando al descubierto las marcas, estableciendo así los tiempos nocturnos. Había nacido La Clepsidra, palabra que proviene de la griega klepsydra, klepto (robo) hydro (agua), el ladrón de agua.

Las palabras son como gotas de esa clepsidra que miden el tiempo en pasado, presente y futuro, tengo mi recipiente lleno de esas palabras que esperan fluir lentamente como una gota de tiempo en el océano para finalmente convertirme en un ladrón de tiempo, tu tiempo.


martes, 1 de febrero de 2011


¿Qué es el tiempo si no espera?

¿Qué es la espera si no promesa?

El tiempo es promesa,

Aunque la espera se haga eterna.


Hay despedidas con sabor a reencuentro.

3 comentarios:

  1. Las promesas se las lleva el tiempo, mejor opino que depende de la fé o el amor de la persona que espera.
    A.A.

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  2. Nunca se pierde la fe en las palabras cuando se ama y cuando se moldea un mundo a medida de dos, aunque siempre existira quiénes se cuelguen de los tópicos.

    Y todo es un proceso natural cuando se ama, vivido de una y mil formas en las que aprendemos a sernos, a colorerar los momentos en sepia, descubrir que a veces pasa que un encuentro inesperado rompe la espera gris de toda una vida...donde los punto suspensivos son todas esas cosas que quedan dichas sin necesidad de nombrarlas...

    Petonet

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  3. Has utilizado dos de mis palabras favoritas, tiempo y clepsidra, con esta carta de presentación qué voy a decirte? No obstante has ido más lejos, has dado sentido al tic tac, aunque un sentido que hay que valorar en su justa medida, pues si enfocamos demasiado en la espera, en el horizonte, podemos estar no sintiendo lo que en el instante que transcurre nos roza, podemos estar perdiendonos en camino. Un abrazo en esta nueva travesía.

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