Desde la noche de los tiempos



En el antiguo Egipto se desarrolló un sistema de medición del tiempo para los periodos nocturnos, en ese momento en el que el reloj de sol perdía su utilidad al ocultarse éste en el horizonte. Consistía, en su forma más básica, en una vasija o recipiente con varias marcas en sus paredes y un orificio en su base, se llenaba de agua y dependiendo del diámetro del orificio el agua salía con mayor o menor fluidez, conforme iba vaciándose a lo largo de la noche iba dejando al descubierto las marcas, estableciendo así los tiempos nocturnos. Había nacido La Clepsidra, palabra que proviene de la griega klepsydra, klepto (robo) hydro (agua), el ladrón de agua.

Las palabras son como gotas de esa clepsidra que miden el tiempo en pasado, presente y futuro, tengo mi recipiente lleno de esas palabras que esperan fluir lentamente como una gota de tiempo en el océano para finalmente convertirme en un ladrón de tiempo, tu tiempo.


domingo, 17 de abril de 2011

Ensoñación

La vida se manifestaba en un ruido sordo que conforme iba ascendiendo por la colina se amortiguaba convirtiéndose en rumor vital , la ciudad desde aquella situación era una línea gris en el horizonte salpicada de brillos y reflejos en la que despuntaba como un enorme faro la célebre torre desde la que llamaban a la oración los almuhecines de otros tiempos. La paz y el silencio se abrían paso llegando a la cumbre donde se abría una explanada flanqueada de pinos y encinas. Mis pies hollaban tierra consagrada a los dioses hace miles de años. ¿Qué significado tenía que me encontrara allí? Entre ruinas, muros de adobe arrebatados a la inmisericorde naturaleza, la sensación de soledad se acrecenta y como único estímulo se te ofrecían las piedras labradas hace milenios, extendí mi mano en un intento de comunicación y ellas me hablaron, de auges y caídas, alegrías y decepciones, paz y guerra. Vibraciones que me llevaban en volandas a los más profundos arquetipos de mi inconsciente y que conectaban con el más puro existencialismo:

Tus actos determinan quién eres
Y el significado de tu vida.

Sin embargo yo sólo estaba allí para soñar.

2 comentarios:

  1. Y soñaste? Seguro que sí, con otros mundos y culturas, amores y odios, convenios e intrigas...Un segundo en fuga, toda una vida aprehendida.
    Un beso,

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  2. La belleza de los sueños es que los puedes guardar como si fuesen borradors, por norma general no actuan y si lo hacen has cumplido tu sueño. Saludos.

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