Desde la noche de los tiempos



En el antiguo Egipto se desarrolló un sistema de medición del tiempo para los periodos nocturnos, en ese momento en el que el reloj de sol perdía su utilidad al ocultarse éste en el horizonte. Consistía, en su forma más básica, en una vasija o recipiente con varias marcas en sus paredes y un orificio en su base, se llenaba de agua y dependiendo del diámetro del orificio el agua salía con mayor o menor fluidez, conforme iba vaciándose a lo largo de la noche iba dejando al descubierto las marcas, estableciendo así los tiempos nocturnos. Había nacido La Clepsidra, palabra que proviene de la griega klepsydra, klepto (robo) hydro (agua), el ladrón de agua.

Las palabras son como gotas de esa clepsidra que miden el tiempo en pasado, presente y futuro, tengo mi recipiente lleno de esas palabras que esperan fluir lentamente como una gota de tiempo en el océano para finalmente convertirme en un ladrón de tiempo, tu tiempo.


lunes, 1 de agosto de 2011

Afinando

Afinando la guitarra en La con un afinador electrónico de los que vas tocando las cuerdas una por una y cuando consigues el La se queda la aguja situada en el centro encendiéndose un piloto verde que te indica que ya la tienes perfectamente afinada, me ha hecho pensar en la vida misma y es que con el transcurrir de los años te vas dando cuenta que nuestra existencia se convierte en un osciloscopio, estamos arriba-abajo, abajo-arriba, y en el punto medio, neutro o del equilibrio solo estamos de pasada. Pero... qué significa ese punto medio realmente? La meta de una vida? el equilibrio? O es como si fuera un encefalograma plano, de alguien muerto o que no ha vivido?? Pienso que tal vez ese punto medio que nos indica que se ha afinado la cuerda de una guitarra después de pasar por más o menos decibelios, es decir por el piloto rojo encendido, es un buen símil de la vida, hay que pasar por muchas veces por el piloto rojo hasta que se nos encienda el verde, eso sí, teniendo mucho cuidado de no romper la cuerda, lo que no sé ya que yo siempre me muevo en los extremos del rojo, es si una vez alcanzado el equilibrio todo será armonía como en la guitarra o simplemente la conclusión de que el tiempo cura las heridas.

Y ahora dejo de tomar wisky.


Texto y Foto by Johnny

2 comentarios:

  1. Comparto tu reflexión, Johnny, no obstante, a pesar de los esfuerzos por encontrar ese equilibrio - al fín y al cabo nuestro objetivo - siempre se vuelve al punto rojo y eso es lo que nos indica que estamos vivos. La vida nos sorprende y nos descoloca; a veces, desgraciadamente, con frecuencia.
    Mil besitos,

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  2. No creo que el tiempo cure las heridas. Diría más bien que enseña a convivir con las cicatrices. La mayor o menor armonía que se logre en dicha convivencia dependerá del trabajo de cada uno. Personalmente me considero un excelente músico: soy mujer disciplinada y he ensayando mucho a lo largo de los años. Abrazos.

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