Quisiera escribirte un poema, ahora que la noche es bruja y negra
como la obsidiana; pero los versos los escribo con esa sangre que
es la sinergia del fuego y la horchata, quizá lo deje para mañana.
Infierno y paraíso,
Dentro de ti,
La luna es un sol
Mira como brilla
Quisiera componerte una canción, ahora que mi corazón sabe
construir partituras de amor con notas de dama de noche, sándalo y
jazmín; pero tan distante está la armonía que quizá lo deje para
mañana.
Baby the night is on fire
Somos fuego en el cielo
Llama en lo oscuro.
(What you say)
Quisiera pintarte un cuadro, ahora que es increíble el automatismo
de mi pensamiento en la punta del pincel que desvirga inmaculados
lienzos, pero estoy cansado de los grises y los colores huyen de mi
paleta, quizá lo deje para mañana.
Baila, baila morena,
Bajo esta luna llena
Under the moonlight
Mañana, mañana,mañana...que de ayeres y hoys ya tengo mi petate
lleno.
Texto y Foto by Johnny
Desde la noche de los tiempos
En el antiguo Egipto se desarrolló un sistema de medición del tiempo para los periodos nocturnos, en ese momento en el que el reloj de sol perdía su utilidad al ocultarse éste en el horizonte. Consistía, en su forma más básica, en una vasija o recipiente con varias marcas en sus paredes y un orificio en su base, se llenaba de agua y dependiendo del diámetro del orificio el agua salía con mayor o menor fluidez, conforme iba vaciándose a lo largo de la noche iba dejando al descubierto las marcas, estableciendo así los tiempos nocturnos. Había nacido La Clepsidra, palabra que proviene de la griega klepsydra, klepto (robo) hydro (agua), el ladrón de agua.
Las palabras son como gotas de esa clepsidra que miden el tiempo en pasado, presente y futuro, tengo mi recipiente lleno de esas palabras que esperan fluir lentamente como una gota de tiempo en el océano para finalmente convertirme en un ladrón de tiempo, tu tiempo.
Pues escribe ese poema perdido en todas las lunas, atraviesalas,llenate de ellas, atrapa su luz y hazla tu condena.
ResponderEliminarHunde el alma en su destello, pierdete en el mar de sus pupilas, en ese precipicio de miradas tan intenso, tan guardado,
tan certeramente preciso y oculto
aún con todas las lunas errantes escondidas
en todas las mañanas de todos los días,aún escondidas... mostrando tan solo brillos, presencias extrañas y deseos.
Esa luz de luna que dentro de ti brilla y rodea su cintura, envolviendo la mañana intentando atrapar un sueño, en ese embrujo permamente de fuego en el cielo que es esquivo a los sentidos
que lo viven en silencio de la mano de tu gitana morena.
No existe mañana cuando el hoy lo impregna todo.
Me ha encantado esta entrada señor Johnny
No tengas apuro en dejarlo para mañana...puede ser aún más bello.
ResponderEliminarUn beso,
Me gustó esa construcción a dos voces, le da un ritmo interesante. ¡Por un mañana, entonces!
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
Por cierto, veo un nuevo look en tu blog, felicidades...
Hermosa entrada a la luz de las lámparas de la catedral de Cordoba, te pronostico un mañana como mínimo esperanzador. Besos.
ResponderEliminarMañana... Mañana no existe. Mañana habita sólo precariamente en la imaginación. Mañana puede, o no. Jamás renunciar a la fantasía, a los proyectos; pero sin despreciar el presente, que es lo único vivo e indiscutible. Besos
ResponderEliminarMejor será mañana cuando amanezca y puedas bailar bajo el sol que ilumine la luna llena
ResponderEliminarUn beso