Desde la noche de los tiempos



En el antiguo Egipto se desarrolló un sistema de medición del tiempo para los periodos nocturnos, en ese momento en el que el reloj de sol perdía su utilidad al ocultarse éste en el horizonte. Consistía, en su forma más básica, en una vasija o recipiente con varias marcas en sus paredes y un orificio en su base, se llenaba de agua y dependiendo del diámetro del orificio el agua salía con mayor o menor fluidez, conforme iba vaciándose a lo largo de la noche iba dejando al descubierto las marcas, estableciendo así los tiempos nocturnos. Había nacido La Clepsidra, palabra que proviene de la griega klepsydra, klepto (robo) hydro (agua), el ladrón de agua.

Las palabras son como gotas de esa clepsidra que miden el tiempo en pasado, presente y futuro, tengo mi recipiente lleno de esas palabras que esperan fluir lentamente como una gota de tiempo en el océano para finalmente convertirme en un ladrón de tiempo, tu tiempo.


lunes, 16 de enero de 2012

Redundancia cósmica

En un sistema circular las entradas son salidas y viceversa.
En estado de ingravidez los puntos cardinales se distorsionan.
Pienso que a veces mi mundo es un sistema circular ingrávido en el que nada conduce a nada, los caminos se confunden entre idas y venidas, todo es circular volviendo al punto de origen cuando llego a la meta, un círculo vicioso en el que la única dimensión que incongruentemente toma visos de realidad es el tiempo, y el tiempo son mis trece sentidos.
Sé que la única forma de romper el círculo es aunar espacio-tiempo, pero temo a que mi mundo se vuelva lineal y cartesiano, mientras me decido, me pellizco y sé que siento, que mi corazón late apasionadamente, sé que estoy vivo, si, estoy vivo.



Texto y Foto by Johnny

3 comentarios:

  1. Esta fotografía es fabulosa Jonnhy y ahí te marcan la salida. Estas vivo, seguro que la hay.
    Un besito,

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  2. Es un maravilloso comienzo. Por lo demás, el movimiento se demuestra andando, aunque a veces se haga en círculo. Lo más importante en una salida no es el destino, sino el trayecto y lo que aprendes en él. No siempre es necesaria caminar hacia algún lugar en particular, y en ocasiones resulta muy útil tomar las decisiones (o cambiarlas) sobre la marcha. Creo que es en eso en lo que consiste fundamentalmente la inteligencia. Besos.

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  3. Intentar romper el círculo es como abordar su cuadratura o atribuirle finitud a la escalera de Penrose. Lo importante es ese fado que intuye el sismo, lo importarte es ese temblor del que sólo sospechamos y que se urde incluso desde lo más infiel e inoperante de las orillas (en este caso el perímetro del círculo o circunferencia). Gracias por la reflexión.

    Saludos.

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