Desde la noche de los tiempos



En el antiguo Egipto se desarrolló un sistema de medición del tiempo para los periodos nocturnos, en ese momento en el que el reloj de sol perdía su utilidad al ocultarse éste en el horizonte. Consistía, en su forma más básica, en una vasija o recipiente con varias marcas en sus paredes y un orificio en su base, se llenaba de agua y dependiendo del diámetro del orificio el agua salía con mayor o menor fluidez, conforme iba vaciándose a lo largo de la noche iba dejando al descubierto las marcas, estableciendo así los tiempos nocturnos. Había nacido La Clepsidra, palabra que proviene de la griega klepsydra, klepto (robo) hydro (agua), el ladrón de agua.

Las palabras son como gotas de esa clepsidra que miden el tiempo en pasado, presente y futuro, tengo mi recipiente lleno de esas palabras que esperan fluir lentamente como una gota de tiempo en el océano para finalmente convertirme en un ladrón de tiempo, tu tiempo.


lunes, 25 de junio de 2012

Minimalismo emocional



La noche del 23 al 24 de junio, la noche mágica de San Juan, me trae recuerdos de mi infancia, olor a pólvora, hogueras purificadoras de todo aquello que estorba y no nos permite crecer, tardes de calor de inicio del verano y las terrazas de los bares, después de un buen regado,  oliendo a tierra mojada para mitigarlo en lo posible, he de decir que siempre me han encantado esos banderines multicolores y multinacionales que se colgaban en las noches de verbena entre algunas bombillas pelonas, las que más me gustaban eran las triangulares, supongo que ya desde pequeño la forma triangular la tenía arquetípicamente asociada a las pirámides, una de mis pasiones.
 Siento nostalgia de esa época de mi infancia mediterránea, el tiempo y la distancia han obrado un pequeño rincón en mi yo, ese lugar refugio de lo que para mi es puro, si el concepto del arte minimalista lo eleváramos al mundo de los sentimientos yo en estos recuerdos encontraría la esencia raíz de lo que soy.


Esta semana me ha enviado la persona que más quiero y amo en este universo, una Coca de San Juan, llena de piñones como las que me gustaban de pequeño, ha sido toda una sorpresa, no la esperaba, cuando la abrí rápidamente inundó mi entorno ese olor característico, soy duro para llorar, pero creo que sustituyo las lágrimas de emoción con esa cara bobalicona y perpleja -hasta babeante diria yo- en la que me reconozco touchè. Los recuerdos no han dejado de asaltarme en cada pedacito de coca que comía, si existe un manjar para dioses éste sin duda es el el postre estrella. 


He buscado una vez más la magia en esta noche tan especial, diferente eso si a otros años, no me apetecía quemar nada, considero que lo que tenía que quemar ya ha sido ampliamente quemado en años anteriores, sólo quedo por quemarme yo y no pienso hacerlo, así que en un ritual inventado, convertido en el niño aquél que llenaba inocentemente sus sentidos de unos símbolos paganos que no entendía, he cogido mi coca, mi copa de vino espumoso rosado de mi tierra y he ofrendado a los dioses para que la magia se instale en mi vida definitivamente en la invocación de un único deseo.


La llama sigue más viva que nunca.


Texto by Johnny, foto tomada de internet.

3 comentarios:

  1. Para mi las noches de San Juan mientras vivi con mis padres fueron muy especiales, tal vez porque mi padre, orgulloso él, es el que pasaba toda la tarde haciendo las "cocas" en la pequeña verbena que se montaba en cada calle de Catalunya. Dias antes entre todos los vecinos quedaban para organizarse, y nosotros que teniamos un jardin inmenso convertiamos el lugar en un centro de intendencia, donde cada uno aportaba lo que buenamente podia, y mi padre al lado de su buen amigo argentino, Ventura, pastelero de profesion dejaban la ilusion y el alma en prepararnos cocas para todos los gustos.

    Luego cuando se vive por esos mundos de dios parece que cualquier fecha por muy insignificante que sea se lleva a los altares porque es una forma de estar en contacto con la tierra que tanto echamos de menos, pero nunca es igual, tal vez porque la gente tampoco lo és.

    Con el tiempo me he vuelto mas receptiva en ese aspecto, quizas porque he empezado a contar la vida por latidos, por todo aquello que me llena y me pervierte, por todos aquellos momentos que han hecho de todo lo que soy la historia de mi vida.

    Y en este San Juan donde me ha faltado mas gente que nunca, he inventado instantes en los que me hubiera gustado pervertir su ternura, envolverla en mi deseo y quemarnos juntos en la hoguera del nunca jamas para hacernos eternos.

    Este año solo ha sido un deseo hecho de pedacitos de los dos, el proximo seremos dos hechos deseo.

    Me has encantado Johnny, ,m´ has agradat Joan.

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  2. Nunca he dejado de celebrarla, si me pillaba lejos de casa, compraba cocas de esas envasadas en los grandes almacenes y cava y contagiaba mi entusiasmo a los que fuera que estaban conmigo.

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  3. No está mal que flaquee a veces. Para un creador es incluso positivo a veces, ya lo sabes. Lo importante es que no se apague nunca del todo. Y yo creo que tú tienes mecha para rato. Besos.

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