Desde la noche de los tiempos



En el antiguo Egipto se desarrolló un sistema de medición del tiempo para los periodos nocturnos, en ese momento en el que el reloj de sol perdía su utilidad al ocultarse éste en el horizonte. Consistía, en su forma más básica, en una vasija o recipiente con varias marcas en sus paredes y un orificio en su base, se llenaba de agua y dependiendo del diámetro del orificio el agua salía con mayor o menor fluidez, conforme iba vaciándose a lo largo de la noche iba dejando al descubierto las marcas, estableciendo así los tiempos nocturnos. Había nacido La Clepsidra, palabra que proviene de la griega klepsydra, klepto (robo) hydro (agua), el ladrón de agua.

Las palabras son como gotas de esa clepsidra que miden el tiempo en pasado, presente y futuro, tengo mi recipiente lleno de esas palabras que esperan fluir lentamente como una gota de tiempo en el océano para finalmente convertirme en un ladrón de tiempo, tu tiempo.


martes, 25 de marzo de 2014

Madman

Desde el otero contemplo como danzan las estrellas alocadas por el firmamento. Las constelaciones mudan de lugar. Las galaxias giran de forma extraña. Observando como la luna se acerca de forma peligrosa para luego marcharse a las infinidades del Universo. El Sol abrasa  naciendo por septentrión y yaciendo por el antártico. Los luceros apagan sus luces. La materia oscura que envuelve de negro todo lo que no brilla en el Cosmos irradia ahora tres mil pares de colores.
Y desconcertado pregunto:
-- Maestro, parece que…que el Universo… se ha desequilibrado…
-No hijo, no,  la Eternidad sigue siendo invariable.
-Entonces?
-- Es el mundo que se ha vuelto loco.




                               Texto by Johnny - Foto tomada de internet


3 comentarios:

  1. El Maestro tiene razón. No es fácil alterar el ritmo del universo, pero sí todo aquello que tenemos a nuestro alcance.
    Un abrazo.

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  2. Precisamente desde donde esta tomada esta imagen, la vida toma otra dimensión, la percepción de las cosas, de las situaciones y de nosotros mismos es volátil, va desapareciendo y nos convertimos en etéreos, tal vez por ello el mundo desaparece ante nuestros ojos y podemos reencontrarnos con la eternidad hecha historia.
    Petons

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  3. Son esas veces en las que el universo entero parece conspirar y nos hace sentir vulnerables y desconcertados con el presente.
    Besos.

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