Hace casi un año que estuve en A Quinta da Regaleira y
todavía ando sacando conclusiones de lo que pude sentir y ver en aquel jardín iniciático.
He tenido la oportunidad de escuchar las impresiones de muchas personas que han
pasado por allí, más de las que yo creía, y me he encontrado de todo un poco,
ciertamente el lugar no pasa desapercibido, abundan los calificativos como
bonito, romántico, místico, incluso alguien me ha dicho que cargado de energías
negativas ó de magia negra. Mi impresión de lo que vi es la de un enorme parque
temático del esoterismo, una mezcla de alquimia, masonería, gnosticismo, templarios,
manifestaciones del saber ancestral y magia, mucha magia, blanca, negra, de
todos los colores.
Recuerdo que cuando tomé la foto que abajo os acompaño, no
me di cuenta del trasfondo de la misma, mi idea era sacar una buena perspectiva
de la cascada para luego, si al caso, pintar algún acrílico.
Hace poco, ya en casa, repasaba las fotos que tomé allí y al
observar detenidamente vi el árbol rojo en aquel fondo verde, y como los rayos
del sol en su declinación lo iluminaban de una forma muy especial. Al mirar la
fecha de la toma caí en la cuenta de que eran los días del equinoccio de otoño,
entonces fue cuando me di cuenta de que no era casual, ni el árbol rojo ni la
luz que lo iluminaba. Y como no, también me di cuenta de lo ignorante que uno
llega a ser.
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