Noches de blanco satén

Estamos en primavera, el tiempo es variable, hoy el cielo ha estado encapotado y las nubes se encontraban preñadas de agua, pero se han abierto claros y el sol se ha mostrado en todo su esplendor. Ahora la noche es oscura por los densos nubarrones que presagian tormenta, pero los bordes de las nubes se perfilan plateados por una incipiente luna que se resiste a dejar de ser contemplada. Y aquí estoy yo para dar fe de ello, en una noche en la que necesitaba escribir, en la que por mi sangre corre el amor, la pasión, el fuego y el deseo cabalgando desbocados como los cuatro jinetes del apocalipsis para dar fin a mi anterior existencia. 


 Hace mucho tiempo o quizás fue ayer, quise hacer de este blog un estudio del mundo de los sentidos, oído, vista, tacto, olfato y sabor, estaba imbuido de un sentimiento quizás subliminal de que en la conjunción de todos los sentidos hallaría la clave de los paraísos, edenes, campos de las Hespérides, vaya usted a saber, pero finalmente y aunque me falte por constatar dos de los sentidos, he de decir que esa conjunción sólo tiene un nombre y se llama Amor. Todo se concentra en lo que amas, (iba a poner “la persona que amas” pero el amor es UNO y muchas son sus formas) pensadlo bien y a ver si llegáis a la misma conclusión que yo.
 En fin, creo que ya estoy listo para volver, y aunque he descorrido el velo de Isis con respecto a mis motivos iniciales para tener un blog, sé que si no sigo escribiendo dejaré finalmente de hacerlo y ¿ por qué no decirlo?, ya tiene uno creado el hábito. 


Mientras tanto…he vuelto…como el Ave Fénix que resurge de sus cenizas. 
                        

              
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Hay quien dijo que el Arte es aquello de poner al descubierto lo que subyace de forma natural en la Naturaleza, cuando el escultor esculpe en la piedra lo que hace es manifestar la belleza que en si contiene la piedra independientemente de la forma resultante. Estos días lo he podido comprobar, manché un lienzo probando una técnica para dar relieve a la pintura, no había nada en mi mente para pintar, di paletadas aquí y allá a diestra y a siniestra, y a ver que salía, sin ninguna pretensión. De pronto, en un destello de iluminación tan fugaz como cuando descubres la figura que se oculta bajo las formas del estereograma, la vi, clara y diáfana, ella se mostró a mí, la tuve que pintar.



Texto y Foto by Johnny