Desde la noche de los tiempos



En el antiguo Egipto se desarrolló un sistema de medición del tiempo para los periodos nocturnos, en ese momento en el que el reloj de sol perdía su utilidad al ocultarse éste en el horizonte. Consistía, en su forma más básica, en una vasija o recipiente con varias marcas en sus paredes y un orificio en su base, se llenaba de agua y dependiendo del diámetro del orificio el agua salía con mayor o menor fluidez, conforme iba vaciándose a lo largo de la noche iba dejando al descubierto las marcas, estableciendo así los tiempos nocturnos. Había nacido La Clepsidra, palabra que proviene de la griega klepsydra, klepto (robo) hydro (agua), el ladrón de agua.

Las palabras son como gotas de esa clepsidra que miden el tiempo en pasado, presente y futuro, tengo mi recipiente lleno de esas palabras que esperan fluir lentamente como una gota de tiempo en el océano para finalmente convertirme en un ladrón de tiempo, tu tiempo.


domingo, 11 de junio de 2023

 

Cambio climático, ruina económica, guerras, muerte y desesperación. Sin embargo el hombre sigue pensando en salvar al hombre, cuando realmente lo que necesita es ser cambiado. Por un hombre que mire su entorno con esa palabra proscrita que se llama amor. El hombre nuevo, lógico y sobreinformado, huye del sentimiento atrincherado en lo virtual, el compromiso acaba en un”like”, “me gusta” o vaya usted a saber, apagando luego el aparato electrónico utilizado y a vivir que son dos días.  Con compromiso y toneladas de amor todo cambiará, habrá que cambiar el tercio, hay que cambiar al hombre.

PD Desarrollo de un pensamiento extraído de un fragmento de “El Retorno de los Brujos” de Bergier y Pawels.





miércoles, 7 de junio de 2023


 LEGADO

Como diente de león flotando mecido por la suave brisa, ingrávido vuelo hacia una tierra desconocida donde recale mi semilla, florecerá el humo que es mí legado, a veces denso y oscuro como la goma que se quema; blanco y translucido, perfumado como el incienso hasta el empacho las otras.
Todo es simple, atrás queda el ego durante el corto vuelo, ahora todo es de color, me impregno de azules, verdes, amarillos, blancos y ocres, donde la brisa me lleve… despierto y descubro que todavía estoy atado a la cama.