Desde la noche de los tiempos



En el antiguo Egipto se desarrolló un sistema de medición del tiempo para los periodos nocturnos, en ese momento en el que el reloj de sol perdía su utilidad al ocultarse éste en el horizonte. Consistía, en su forma más básica, en una vasija o recipiente con varias marcas en sus paredes y un orificio en su base, se llenaba de agua y dependiendo del diámetro del orificio el agua salía con mayor o menor fluidez, conforme iba vaciándose a lo largo de la noche iba dejando al descubierto las marcas, estableciendo así los tiempos nocturnos. Había nacido La Clepsidra, palabra que proviene de la griega klepsydra, klepto (robo) hydro (agua), el ladrón de agua.

Las palabras son como gotas de esa clepsidra que miden el tiempo en pasado, presente y futuro, tengo mi recipiente lleno de esas palabras que esperan fluir lentamente como una gota de tiempo en el océano para finalmente convertirme en un ladrón de tiempo, tu tiempo.


jueves, 22 de diciembre de 2016

martes, 22 de noviembre de 2016

En el puente


¿Porqué escoger una orilla u otra?
Yo solo quiero estar aquí,
venciendo el vértigo,
en lo más alto,
sobre las verdinegras aguas,
en el centro,
en el centro del puente.


                                                                    Texto y Foto by Johnny


martes, 18 de octubre de 2016

Procrastinando (*)


Una noche de vuelta a casa en coche iba escuchando la radio, ni recuerdo la emisora ni el locutor, pues no suelo escuchar mucho la radio y nada más la pongo cuando ya estoy harto de escuchar la misma música que llevo embalsamada en el pen drive; dedicaron todo el programa a esta palabra de difícil pronunciación, procrastinar. Escuché durante media hora la disertación sobre todas las acepciones y connotaciones de este palabro, fue entonces cuando descubrí el maravilloso simbolismo y contenido que puede encerrar en sí misma una sola palabra para definir un estado vivencial. Meridianamente vislumbré con exactitud que el gerundio de ésta palabra, que no me llegó por azar o casualidad, definía a la perfección mi actitud ante la vida en estos últimos tiempos de tribulación y que el gerundio de uno de sus antónimos, decidiendo, era el verdadero camino a seguir.
Y es que en el principio fue el Verbo.
(*) Gerundio del verbo procrastinar: 1. tr. Diferir, aplazar. Según la RAE.
 "El Sátiro"  Texto y Foto by Jhonny