Cambio climático,
ruina económica, guerras, muerte y desesperación. Sin embargo el hombre sigue
pensando en salvar al hombre, cuando realmente lo que necesita es ser cambiado.
Por un hombre que mire su entorno con esa palabra proscrita que se llama amor.
El hombre nuevo, lógico y sobreinformado, huye del sentimiento atrincherado en
lo virtual, el compromiso acaba en un”like”, “me gusta” o vaya usted a saber,
apagando luego el aparato electrónico utilizado y a vivir que son dos
días. Con compromiso y toneladas de amor
todo cambiará, habrá que cambiar el tercio, hay que cambiar al hombre.
PD Desarrollo de un
pensamiento extraído de un fragmento de “El Retorno de los Brujos” de Bergier y
Pawels.