Desde la noche de los tiempos



En el antiguo Egipto se desarrolló un sistema de medición del tiempo para los periodos nocturnos, en ese momento en el que el reloj de sol perdía su utilidad al ocultarse éste en el horizonte. Consistía, en su forma más básica, en una vasija o recipiente con varias marcas en sus paredes y un orificio en su base, se llenaba de agua y dependiendo del diámetro del orificio el agua salía con mayor o menor fluidez, conforme iba vaciándose a lo largo de la noche iba dejando al descubierto las marcas, estableciendo así los tiempos nocturnos. Había nacido La Clepsidra, palabra que proviene de la griega klepsydra, klepto (robo) hydro (agua), el ladrón de agua.

Las palabras son como gotas de esa clepsidra que miden el tiempo en pasado, presente y futuro, tengo mi recipiente lleno de esas palabras que esperan fluir lentamente como una gota de tiempo en el océano para finalmente convertirme en un ladrón de tiempo, tu tiempo.


sábado, 17 de julio de 2010

Historias de cowboys


Bajas del caballo y oteas el horizonte plagado de densos nubarrones pero ya no percibes el sabor metálico de la tormenta. Escuchas un relincho y sueltas las bridas, dando rienda suelta a todo lo que está atado y bien atado. La pradera se agranda ahora que el caballo se hace pequeño pero ya nada importa porque te sientes afortunado tumbado en la yerba, allí, en lo alto de la colina, justo donde encima de tu cabeza, luce el sol, la luna y las estrellas, y te sientes el privilegiado de un firmamento que te ha escogido. No es la eternidad, no es la felicidad, ni tan siquiera el éxtasis, es sólo la recortada silueta de un hombre que levanta su cabeza a los cielos.Image Hosted by ImageShack.us

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anda ponme argo aquí