Desde la noche de los tiempos



En el antiguo Egipto se desarrolló un sistema de medición del tiempo para los periodos nocturnos, en ese momento en el que el reloj de sol perdía su utilidad al ocultarse éste en el horizonte. Consistía, en su forma más básica, en una vasija o recipiente con varias marcas en sus paredes y un orificio en su base, se llenaba de agua y dependiendo del diámetro del orificio el agua salía con mayor o menor fluidez, conforme iba vaciándose a lo largo de la noche iba dejando al descubierto las marcas, estableciendo así los tiempos nocturnos. Había nacido La Clepsidra, palabra que proviene de la griega klepsydra, klepto (robo) hydro (agua), el ladrón de agua.

Las palabras son como gotas de esa clepsidra que miden el tiempo en pasado, presente y futuro, tengo mi recipiente lleno de esas palabras que esperan fluir lentamente como una gota de tiempo en el océano para finalmente convertirme en un ladrón de tiempo, tu tiempo.


domingo, 23 de enero de 2011

Burkas de papel


Noches infames de lunas plateadas rodeadas de nubes blanquecinas de hielo, las siluetas negras se recortan en un horizonte azulado y frío, el alcohol inexplicablemente corre por tus venas y te da la clarividencia que con el día soterras.

Tiempos en los que la vida se convierte en una entreplanta, ni arriba ni abajo, el eterno conflicto entre lo que realmente eres y lo que quisieras ser, sintiéndote barco amarrado a puerto.

Tiempos de espera de la ácida verdad que te corroe por más que la conoces y desdeñas, ojos que embelesan escondidos tras un burka de papel escrito.

Verdades que acuchillan cuando te dicen que de nada sirve escribir cuando el coronel ya tiene quien le escriba.

1 comentario:

  1. Triste historia sufrida de tantas mujeres que llevan al autocontrol y la censura en un burka de papel y si me lo tienes a bien permitir añado "escrito".
    A.A.

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