Desde la noche de los tiempos



En el antiguo Egipto se desarrolló un sistema de medición del tiempo para los periodos nocturnos, en ese momento en el que el reloj de sol perdía su utilidad al ocultarse éste en el horizonte. Consistía, en su forma más básica, en una vasija o recipiente con varias marcas en sus paredes y un orificio en su base, se llenaba de agua y dependiendo del diámetro del orificio el agua salía con mayor o menor fluidez, conforme iba vaciándose a lo largo de la noche iba dejando al descubierto las marcas, estableciendo así los tiempos nocturnos. Había nacido La Clepsidra, palabra que proviene de la griega klepsydra, klepto (robo) hydro (agua), el ladrón de agua.

Las palabras son como gotas de esa clepsidra que miden el tiempo en pasado, presente y futuro, tengo mi recipiente lleno de esas palabras que esperan fluir lentamente como una gota de tiempo en el océano para finalmente convertirme en un ladrón de tiempo, tu tiempo.


domingo, 8 de mayo de 2011

Prime Time

Su consuelo era escribir extensas y apasionadas peroratas de amor y odio revestidas de cotidianidad, transliteraba su pensamiento egocéntrico sin el menor atisbo ni pretensión de resúmen, poseído por el demonio de la locuacidad descuidaba una ortografía que hacía mucho que había sucumbido a la falta de acentos y al baile de letras. La madurez había aparecido de súbito en su existencia por una de aquellas puertas traseras que nunca se acaban de tener controladas y por primera vez sintió miedo ante lo incierto de un futuro con sabor a recuerdo, en el que las personas de su horizonte cercano sencillamente ya no estaban.

Escribía porque era la única forma de acallar el aullido del silencio al que sus oídos se negaban a escuchar.
Pasó el tiempo de vivir la vida en prime-time.


Texto y foto by Johnny

1 comentario:

anda ponme argo aquí