Desde la noche de los tiempos



En el antiguo Egipto se desarrolló un sistema de medición del tiempo para los periodos nocturnos, en ese momento en el que el reloj de sol perdía su utilidad al ocultarse éste en el horizonte. Consistía, en su forma más básica, en una vasija o recipiente con varias marcas en sus paredes y un orificio en su base, se llenaba de agua y dependiendo del diámetro del orificio el agua salía con mayor o menor fluidez, conforme iba vaciándose a lo largo de la noche iba dejando al descubierto las marcas, estableciendo así los tiempos nocturnos. Había nacido La Clepsidra, palabra que proviene de la griega klepsydra, klepto (robo) hydro (agua), el ladrón de agua.

Las palabras son como gotas de esa clepsidra que miden el tiempo en pasado, presente y futuro, tengo mi recipiente lleno de esas palabras que esperan fluir lentamente como una gota de tiempo en el océano para finalmente convertirme en un ladrón de tiempo, tu tiempo.


martes, 29 de mayo de 2012

Sonido primordial


Primero fue un sonido casi imperceptible, demasiado lejano para ser creíble, sin embargo los vellos se me pusieron de punta quizás un presentimiento, una intuición, como el perro que pone tiesas  sus orejas antes de que nadie haya escuchado nada.  
Continuaba trabajando como si nada sucediese aunque instintivamente puse el reproductor de música, sin embargo el sonido cada vez fue haciéndose más nítido y agudo aunque no estridente, un sonido arcaico, primitivo que reverberaba en cada una de mis células. Me transportaba inexplicablemente a otros tiempos no vividos, antiguas imágenes de calles vacías y soledad, a sentimientos poblados de traiciones, odios, fobias, celos, sangre y muerte.
Un sonido inarmónico  al que mis oídos se niegan a acostumbrar,  eco del averno y supersticioso.
Dicen que suena como el canto de la sirena y conforme más agudo es mayor es la calamidad que vaticina. Si el afilador se para en tu puerta muerte segura, pero conjurados a mi favor todos los ángeles, arcángeles y todo ente benevolente y celestial…,  hoy… hoy pasó de largo por la mía.

Texto y Foto by Johnny

4 comentarios:

  1. Mira Johnny, siempre me ha gustado el sonido del afilador; cada vez lo oigo menos, pero me recuerda a mis vacaciones de niña en el pueblo de veraneo: el afilador, las golondrinas y el sonido del mar. Aquello era de verdad veranear.
    besos,

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    1. Es lo que tiene el sonido del afilador Pat, que no deja a nadie indiferente, tú que llevas los arquetipos como bandera lo entenderás... sonido arquetípo? besos.

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  2. Uy si se para en tu puerta ¿muerte segura? eso suena a superstición. Cada vez se oyen menos afiladores, de hecho dudo que últimamente haya oido alguno,

    Un abrazo Johnnym desde mi mar,

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  3. Es un sonido que conlleva en si la superstición, tan arcaico que pienso que lo llevamos en los genes. Besos Yashira.

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