Hay días tan desesperados que los kilómetros y los metros se convierten en cien millones de centímetros, mil millones de milímetros, cada ínfima parte del sistema métrico decimal se convierte en castigo y suplicio.
Y la magia de la luz de la luna está tan lejana que los trescientos ochenta y cuatro mil cuatrocientos kilómetros que nos separan de ella se convierten en cifras increíbles... trescientos ochenta y cuatro millones cuatrocientos mil metros, treinta y ocho mil cuatrocientos cuarenta millones de céntimetros, trescientos ochenta y cuatro mil cuatrocientos millones de milímetros.
Los momentos sin ti son vacío insalvable.
Yo vacio insalvable le llamo al desamor, a la soledad, a esa sensación que se escurre entre los dedos cuando se te va el alma en un "adios" sin retorno.
ResponderEliminarNo hay nada insalvable entre dos personas que se aman y menos la distancia porque es una circunstancia de tiempo.
LLenate de ella y bebetela entera a cada instante, es la unica manera de sobrevivir querido Johnny.
Petonets
No está escrito en tono de adiós mi querida Marta, está escrito en tono de desesperación, esos momentos en que la distancia se impone al deseo. Petonets.
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