Desde la noche de los tiempos



En el antiguo Egipto se desarrolló un sistema de medición del tiempo para los periodos nocturnos, en ese momento en el que el reloj de sol perdía su utilidad al ocultarse éste en el horizonte. Consistía, en su forma más básica, en una vasija o recipiente con varias marcas en sus paredes y un orificio en su base, se llenaba de agua y dependiendo del diámetro del orificio el agua salía con mayor o menor fluidez, conforme iba vaciándose a lo largo de la noche iba dejando al descubierto las marcas, estableciendo así los tiempos nocturnos. Había nacido La Clepsidra, palabra que proviene de la griega klepsydra, klepto (robo) hydro (agua), el ladrón de agua.

Las palabras son como gotas de esa clepsidra que miden el tiempo en pasado, presente y futuro, tengo mi recipiente lleno de esas palabras que esperan fluir lentamente como una gota de tiempo en el océano para finalmente convertirme en un ladrón de tiempo, tu tiempo.


lunes, 9 de julio de 2012

Ronroneando

Hace muchos años decidí dejar de leer libros de autoayuda tipo de los que escriben Bucay, Coelho, y muchos más, y no es desde luego mi ánimo juzgar o criticar a dichos autores o a sus miles de lectores puesto  que todo lo que llega a tu vida en un determinado momento tiene una razón de ser, simplemente ocurrió que preferí hacer caso a un sabio tan humilde y sencillo como lo fue Antonio Machado ...el "caminante no hay camino, se hace camino al andar" es mi axioma preferido, una auténtica perla de sabiduría, y así todo este tiempo más bien me he dedicado a cultivar llamemosla una filosofía de bolsillo y tirar palante. Sin embargo el otro día, releía el célebre ¿Quién se ha llevado mi queso? de Spencer Johnson que tanto se prodigó hace unos años  por los interneses. Alguien me había preguntado hace unos días... "¿pero a qué le tienes miedo?" y al abrir el e-book en el ordenador (lo tengo en formato pdf aunque prefiera el papel) por las malas artes del diablo tenía pisado una tecla de dirección yendo a pararse el cursor precisamente en la pregunta:


"¿Qué harías si no tuvieras miedo?"


Como no creo en las casualidades, y tengo muy claro principios como el de la sincronicidad, por todo ello he de deducir que tengo miedo, pero como tengo menos luces que un velón de palo no hago más que preguntarme ... y a qué? 


Lo fácil es pedirle al Cósmico que no me ponga cuestiones tan amplias, lo difícil es aceptar y descubrir mis miedos. 

Texto y Foto by Johnny

3 comentarios:

  1. Siempre lo he dicho, en momentos difíciles jamás querría un hombre/mujer que no tenga miedo a mi lado. Quiero uno/a que sepa controlarlo para salir lo mejor posible del paso. Quiero alguien que valore lo que tiene o lo que podría tener, y por tanto tema poder perderlo, sea ello lo que sea. Quiero alguien consciente de lo que significa el término "consecuencias". Besos. PS: no disimules, yo te veo particularmente lúcido.

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  2. Jonnhy, todos tenemos miedo a algo. Por cierto, el del queso me aburrió, si...debe ser que yo tengo menos luces que tú, lo confieso. jajaja!!
    besos,

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  3. Ufff pues yo le tengo miedo a todo. Cada día que pasa más. Miedo a no saber, sobre todo.
    Sabes? He estado leyéndote un ratito y como creo que eso de que tienes pocas luces es broma, me voy a quedar por aquí.
    Abrazos!!

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