Una noche de vuelta a casa en coche iba escuchando la radio,
ni recuerdo la emisora ni el locutor, pues no suelo escuchar mucho la radio y
nada más la pongo cuando ya estoy harto de escuchar la misma música que llevo
embalsamada en el pen drive; dedicaron todo el programa a esta palabra de
difícil pronunciación, procrastinar.
Escuché durante media hora la disertación sobre todas las acepciones y
connotaciones de este palabro, fue entonces cuando descubrí el maravilloso simbolismo
y contenido que puede encerrar en sí misma una sola palabra para definir un
estado vivencial. Meridianamente vislumbré con exactitud que el gerundio de
ésta palabra, que no me llegó por azar o casualidad, definía a la perfección mi
actitud ante la vida en estos últimos tiempos de tribulación y que el gerundio
de uno de sus antónimos, decidiendo, era
el verdadero camino a seguir.
Y es que en el principio fue el Verbo.
(*) Gerundio del verbo procrastinar: 1. tr. Diferir,
aplazar. Según la RAE.
"El Sátiro" Texto y Foto by Jhonny
Pues sí. Porque por mucho que decidas correr, existirán siempre encrucijadas que antes o después habrás de alcanzar. O que te habrán de alcanzar. Personalmente prefiero adelantarme. Así te pillan menos indefenso y desprevenido. Besos.
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